Tanque de combate principal británico, en servicio desde 1983 hasta 2001. Estaba equipado con un cañón de ánima rayada de 120 mm L11A5 (posteriormente modificado a L30A1), ametralladoras de 7,62 mm L8A2 y L37A2 montadas en la torreta, y un blindaje compuesto Chobham prácticamente impenetrable para protegerlo de proyectiles de energía cinética y de proyectiles antitanque de alta explosividad (HEAT). Otras medidas de defensa incluían un sistema de alerta de láser y lanzadores de granadas de humo. El Challenger 1 demostró una gran fiabilidad durante la Guerra del Golfo de 1991, sin sufrir ninguna pérdida. La versión Mk 3 incorporaba placas de blindaje pasivo y compartimentos adicionales para munición de 120 mm.